jueves, 5 de junio de 2008

Dais of being wild- Wong Kar-Wai.


-Había un pajaro que no
dejaba de volar, hasta que
se moría. Nunca fué a
ningun lugar, porque murió al
principio.
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Hace algún tiempo, decidimos subir estas fotos a un presunto foro de fotografía (y todo lo demás), con la intención de abrir un debate,( que debía surgir espontáneamente) acerca de la conveniencia o no de fotografiar el dolor, la agonía, la muerte, y todo tipo de situaciones verdaderamente dramáticas

Las expectativas naturalmente no se vieron cumplidas, entre otras cosas, porque coincidió casi en el tiempo con la concesión a Manuel Vilariño del Premio Nacional de Fotografía, en cuya colección aparecen varios pájaros muertos...Y lo que en principio parecía ser un aliciente añadido, se convirtió en un reproche acerca de dónde se consiguen pájaros muertos para hacerles fotos, y lo mal que olían estas fotos... Que por otra parte y bien pensado, hacer fotos a un cadáver y que huelan mal es el summun del realismo fotográfico...

Por supuesto cualquier intento de debate, se vio zanjado ante la posibilidad de tener que confesar públicamente que los pájaros ya estaban muertos antes de que yo llegara, que es lo que suele pasar en el campo cuando hay una tormenta fuerte, como puede comprobar cualquiera que pasee por el mismo, siempre y cuando se salga de los caminos marcados.

En fin, si le hiciésemos fotos a alguien agonizante, hambriento, o con la cara llena de moscas y mierda, tal vez nos dieran un premio y recibiríamos loas por doquier, pero son solo pájaros..., solo nos dan un poquito de pena, a fin de cuentas se trata de “una forma menor de muerte”.

------------------------------------Angel Herreros/Clara Bermejo.------